Miraba con nostalgia las desnudas nubes, recorriendo los
recuerdos de colores; y en el aire volaban partículas doradas, al son de una
música envuelta de silencios.
Y parecían pobres todos los versos que te tenían dentro.
Como dos sillas de madera y una mesa de cedro vacías….silenciosas…enclaustradas
en el tiempo.
Donde entre flores y azaleas conversaban entre sueños dos
siluetas, vestidas de musgo, arena, y salitre de mar.
Un mar que nos había besado ¡Tantas veces!
Ese mar que callaba entre olas nuestros nombres, y ese dulce
enredo de pasiones delineando bordes.
Me senté entonces en la silla olvidada recosté mis sueños en
la mesa y un sabor a sal, rodó por las mejillas, mientras el sol moría
agazapado, pintando de alaridos rojos los collados.
Dejando a la deriva a cenicienta, en aquel palacio de
princesa triste sin pájaros ni cantos.
Por Elhiren.
Me encanta el poema. Gracias.
ResponderEliminarRealmente hermoso.
ResponderEliminarGracias
Hermoso poemas. Gracias.
ResponderEliminarMe encanta realmente precioso. Gracias.
ResponderEliminarMuy hermoso. Gracias.
ResponderEliminarPrecioso poema me trae muchos recuerdos...gracias.
ResponderEliminarMuchas gracias amigos por vuestras palabras. Me alegro saber que os gusta.
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